No temas al miedo, todas las personas de este mundo lo sienten.

Si te consideras una persona insegura, con dudas, temores o incapaz de lograr las cosas, quédate tranquila. El resto del mundo también es así. No hay una sola persona en este mundo que se libre del miedo. Todas sentimos miedo en algún momento. Tememos, entre otras cosas, a las consecuencias de actuar de una forma u otra y de las decisiones que tomamos en la vida. Es algo inevitable.

Acepta que ese miedo irá contigo durante toda tu vida y te acompañará en la mayoría de las decisiones que tomes. Algunas veces el miedo será mucho mayor que en otras porque te estarás jugando mucho más, y te estarás arriesgando a perder cosas muy valiosas. Piensa que a todo el mundo le pasa, sólo que algunas personas lo asumen como algo inherente al cambio, y saben que no deben esquivarlo si quieren reconducir su vida a lo que realmente desean. Así que lo asumen y lo padecen, siguen caminando, siguen decidiendo y avanzan poco a poco.

Identifica tus miedos, párate a pensar en qué momentos los sientes, porque ahí tendrás la clave de lo que te asusta. Piensa en esas situaciones que temes, analízalas e intenta hacerte con ellas, con la información que necesitas para enfrentarte a ellas. Muchas veces el miedo nace del desconocimiento, así que éste puede ser un síntoma de que te falta información.

El miedo estará ahí siempre, pero no dejes que te paralice o te haga salir corriendo en dirección contraria. Úsalo para moverte. Si tienes claras tus metas, ese movimiento tendrá la dirección que te hará llegar a ellas.